Hoy descubrí el poder de una historia.
Hoy me puse a pensar en qué tanto afecta la historia de las
personas en la idea que uno tiene acerca de ellos, me puse a pensar en la
historia de los productos que adquirimos cada día, me puse a pensar en mi
historia y en el valor que imprime un cuento en cualquier cosa.
Es increíble cuando uno se pone a analizar el valor que una
historia transmite sobre algo o alguien. La historia de una persona y cómo
llego hasta ahi puede cambiar totalmente la manera de que uno se siente hacia
ella. Puede transformar en cuestión de segundos un sentimiento de envidia a un
sentimiento de admiración profunda. Puede transformar el orgullo que sentimos
por alguien en pura decepción o desprecio. Puede embellecer a una persona cuando
empiezas a entender su historia.
Muchos de los objetos
que más preciamos, no se mantienen en nuestro poder simplemente por el valor
tangible que tienen, sino mas bien por el valor simbólico o emocional que llevan.
Si es un objeto que uno mismo ha hecho, el valor que adquiere se basa en el esfuerzo
y el tiempo dedicado a crear tal objeto. Quizás también en la intención que
teníamos al crearlo, quizás para quién estaba dirigido o muchas veces algo tan
simple como la época en la que lo hicimos, a quién nos recuerda o cómo huele.
Los seres humanos dependemos mucho de la historia de un objeto para definir el
valor que le imprimimos a ella. Si el objeto fue un obsequio, ¿de quién fue?
¿cuándo lo recibiste? ¿perteneció a alguien más? ¿qué lograste con él? ¿porqué
te lo dieron? Cada uno de estos factores influye de manera sustancial en el
"precio mental" que asignamos al objeto. Podemos estar dispuestos a
pagar una fortuna por una pieza y al enterarnos que no es el original, pasamos
a estar totalmente desinteresados en ella. OJO, que podemos NO NOTAR la
diferencia entre el original y la copia, pero ese pequeño detalle cambia totalmente
nuestra percepción y nuestra reacción hacia la obra. Pensemos también en cómo
la misma historia puede producir en diferentes personas, reacciones totalmente
antagónicas o simplemente diferentes. Cómo una historia puede enternecer a
algunos y espantar a otros. Cómo una historia logra cambiar (literalmente
alterar la percepción) la manera en que ves el mundo y cómo el mundo cambia
dependiendo la historia que contemos.
Durante muchos años, los seres humanos hemos vivido
intercambiando opiniones, transmitiendo conocimientos, adaptando experiencias y
analizando sucesos. Los seres humanos hemos vivido contando historias. ¿Pero qué
tanta certeza de que esa historia es real es necesaria para tomarla como hecho?
Muchas veces basta un solo chisme para destruir la reputación de una persona,
por más que no haya sido comprobado.¿Qué tan incrédulos somos en realidad o que
tan crédulos queremos ser? ¿No son los mismos PREJUICIOS historias que nosotros
mismos inventamos (sin prueba alguna) antes de conocer a una persona?
Al parecer, nuestra capacidad para ser engañados y
engañarnos a nosotros mismos es tan frágil en algunos momentos cómo tan sólida
en otros. ¿Qué tan delgado es ese margen? Nadie lo sabe.
¿Con qué facilidad aceptamos un acto de magia y hasta qué
punto en realidad queremos conocer el truco? ¿Con qué rapidez negamos las
faltas de nuestros compañeros y con qué empeño nos protegemos a nosotros mismos
de las infidelidades de nuestras parejas? Es interesante como creamos historias
nosotros mismos para evitar el dolor de una verdad o aumentar el placer de un
momento. Ojos que no ven, corazón que no siente.
Pero también es asombroso cómo exageramos nuestras propias
historias para recordarlas más felices, o quizás simplemente para recordarlas.
El poder de una historia muchas veces eclipsa hasta nuestra propia lógica,
desinhibe nuestros más profundos deseos o desencadena nuestros más oscuros
miedos. Sin embargo, ¿podemos definir hasta que punto controlamos nosotros las
historias y hasta qué punto ellas nos controlan? ¿Cuántas de las memorias que
guardamos son en realidad memorias nuestras y cuántas son reconstrucciones de
historias que hemos escuchado demasiadas veces, hasta llegar al punto de pensar
que ya son nuestras?
Si miramos alrededor nuestro, encontramos que todo lo que
nos rodea grita una historia. ¿No es acaso el nombre impreso de la marca (sobre
un producto) un recordatorio de la trayectoria (prestigio adquirido) de una
empresa?. ¿Es lo mismo tener zapatillas NIKE que tener zapatillas NAIK o
inclusive un par de zapatillas sin marca (siendo los tres pares exactamente
iguales en calidad)? ¿Valen más que las sandalias que usé en mi primer beso? Muchas veces es la marca del producto la que
cuenta una historia y no el producto en sí. ¿Qué garantía en REALIDAD tenemos
que un nombre proporciona mayor calidad que otro? ¿Somos especialistas en
materiales, acabados o calidades? Muchas veces no, pero así de frágil es
nuestra mente a las historias tácitas que nos vende la publicidad.
Imagínense que hermoso podría ser el mundo si simplemente nos
auto convenciéramos de ello. Qué tan bien
uno se puede ver en el espejo si enfoca su propia historia desde sus logros y
no desde sus fracasos y lo confidentes que nos sentimos cuando nos CUENTAN que la
persona que amamos también nos ama. ¿El poder que tiene una historia sobre
nosotros está mas allá de nuestro control?
Piensan algunos que las historias siempre vienen del pasado,
que se basan en hechos o circunstancias ocurridas y se van acumulando hasta
llegar al momento en el que nos encontramos ahora. Pero si les mostrara un
objeto y les digo que recién va a ser lanzado al mercado en dos años y solamente
ustedes lo tienen, ¿no aumentaría dramáticamente el valor que ustedes le
otorgan? AL enterarse de los secretos oscuros de tu ex pareja ¿Aquél obsequio
que tanto guardábamos, seguirá teniendo el mismo valor?
En el campo del diseño de productos encontramos que la historia del producto es llamado CONCEPTO. En la literatura y en las artes se llama MENSAJE, en el deporte es ESFUERZO, en la comida el PORVENIR, en la estética es la SENSACIÓN, en el branding es la TRAYECTORIA y finalmente en la vida se le llaman DESICIONES. Cada uno de estos factores es capaz de incrementar o depreciar el valor que le asignamos a algo/alguien. ¿Un objeto diseñado para salvar el medio ambiente tendrá el mismo valor que uno que fue diseñado para destruirlo? ¿Una novela o una obra que degrada los valores humanos y otra que los reafirma, tendrá el mismo valor? ¿Un deportista que trabajó toda su vida por entrar a un equipo vs uno que entro por nacer en cuna de oro (al margen del talento), compartirán el mismo respeto (no económico)? ¿Kosher vs McDonalds? ¿Una escultura que me recuerda a la muerte de mis padres tendrá el mismo valor que una que me recuerda el nacimiento de mi hijo? ¿Cuánto más estás dispuesto a pagar por una botella de Evian sobre una de Agua Cielo? ¿Y si la botella de Agua cielo fue bendecida por el Papa? ¿Qué tanta admiración le tendrás a tu artista favorito luego que te enteres que le pega a su mujer? ¿Qué tanto respeto te tienes a ti mismo luego de haber traicionado a un amigo?
La originalidad, la personalización y la unicidad, son en
realidad PROMESAS de que aquella historia que no puede ser replicada por otras
personas. ¿Entonces qué pasa cuando encuentras que algo que prometía ser único
y extraordinario se convierte en común y ordinario? Mientras que para algunos ese
objeto puede perder el valor inmediatamente, otros tratarán de crear una
historia alrededor de ese ALGO para aferrarse al valor que tiene ese objeto
para ellos. Regresan en el tiempo del objeto para insertar en ellos (en el
presente) características para aumentar su valor futuro. Estamos entonces
hablando de una historia orgánica y no lineal, que no tiene principio ni final.
Y es que la historia de algo o alguien, nunca empezó ni acabará.
Estamos rodeados de historias silenciosas que trastornan nuestra manera
de ver el mundo y a las personas que nos rodean. Somos nosotros los únicos
responsables de elegir en qué creer y en qué no. Son estas las decisiones que
tejen no solo nuestra propia historia, sino la manera que las
otras personas nos ven y nos respetan.
Somos historia creando historias, somos quien nos decimos
que somos y quien queramos ser.
Sé la persona que te gustaría ser, cuenta tu propia historia
y no dejes que otros la cuenten por ti.
¿Cuál es la historia detrás de TU historia?